A lo largo de la historia de la humanidad han destacado brillantes genios de fama internacional: Einstein, Edison, Newton, Galileo, Darwin... Sin embargo, entre esos nombres nunca se encuentra el de Nikola Tesla, el que probablemente haya sido uno de los mayores genios de la humanidad.
Sin ir más lejos, de no ser por Tesla, el progreso tecnológico actual sería tan solo una utopía futurista. Tesla fue el inventor de la corriente alterna, aquella a la que podemos acceder desde cualquier enchufe doméstico.
Pero dejémonos de más dilaciones y conozcamos más a fondo quién fue este interesante personaje y qué legado dejó tras de sí.
Nikola Tesla nació en Smiljan (Croacia) en 1856. Desde muy pequeño dio muestras de una inteligencia asombrosa. Era capaz de resolver complejos problemas matemáticos sin necesidad de realizarlos en papel, además de poseer una memoria prodigiosa. Su madre era famosa en el lugar por su capacidad inventiva y su extraordinaria memoria. Solía crear artilugios que le ayudasen con las tareas del hogar.
Estudió ingeniería eléctrica en Praga, trasladándose posteriormente a París, donde trabajó en
una de las compañías de Thomas Alva Edison. Allí desarrolló la corriente alterna y el motor de inducción, inventos de gran relevancia técnica y económica. Recomendado por uno de los socios europeos de Edison, se trasladó a Nueva York. Sin embargo, la relación con Edison no fue del todo buena, ya que éste veía a Tesla como una amenaza. ¿Por qué? Edison fue el inventor de la corriente continua, un invento de gran importancia que le proporcionaba grandes sumas de dinero. Ciudades enteras eran abastecidas de electricidad siguiendo ese método. Sin embargo, la corriente alterna de Tesla superaba con creces al invento de Edison , lo que ponía en peligro el monopolio eléctrico del norteamericano.
Posteriormente, Tesla fundó su propia compañía lo que desencadenó una ardua competencia entre él y Edison. Algunos la bautizaron como la guerra de las corrientes, enfrentamiento en la que finalmente se impuso la corriente alterna de Tesla. Para desprestigiar a Tesla y a su corriente alterna, Edison llegó a utilizar corriente alterna en la silla eléctrica que él mismo había inventado, haciendo ver a la gente que la corriente alterna era algo malo. El exito definitivo de Tesla culminó con la construcción de la central hidroeléctrica del Niágara y la llegada de electricidad CA (corriente alterna) a la ciudad de Búfalo. Actualmente, la importancia de la corriente alterna es mucho mayor que la de la corriente continua, siendo utilizada esta última en pequeños circuitos (aparatos a pilas o baterías).
La corriente alterna supuso un gran avance. Al consistir en una red eléctrica resonante, es decir, una corriente en la que se producen oscilaciones opuestas de voltaje, no era necesario el cable de retorno. Asimismo, la corriente alterna podía ser transformada de tal manera que las pérdidas por transporte eran reducidas. La CA supuso un ahorro enérgetico respecto a la continua de Edison.
Entre sus inventos más importantes destaca LA RADIO. Sí, la radio, un invento atribuído a Marconi que Tesla inventó 15 años antes que el italiano. En los años 60, el Tribunal Supremo de los EEUU declaró que el inventor de la radio había sido Tesla. Sin embargo, a día de hoy, todo el mundo asocia la radio con Marconi. La injusticia que sufrió Tesla fue tal, que en el año 1909, Marconi recibió el premio Nobel de física por la invención de la radio.
Asimismo, fue el inventor del horno microondas.
Otra de las cosas a destacar de Tesla fue el intento de crear una red eléctrica mundial sin cables, utilizando para ello ondas electromagnéticas. Se trataba de una red electromagnética a nivel de las capas más altas de la atmósfera (ionosfera) que empleaba una radiación de una frecuencia muy baja (resonancias de Schumann). Para ello comenzó la construcción de una torre de 60m de altura: la Wardenclyffe Tower, que nunca llegó a funcionar por falta de financiación. La torre fue derribada quedando solamente un edificio de carácter conmemorativo.
Y armas. Tesla fue el inventor del rayo de la muerte, un arma de pulsos magnéticos con un poder de destrucción aún no igualado a día de hoy. Las pruebas de este rayo de la muerte las llevó a cabo cerca del polo norte, coincidiendo con el archiconocidísimo desastre de Tunguska. El desastre aquí citado consistió en la destrucción de una amplia zona de bosque siberiano por algo semejante a un incendio provocado por un meteorito que calcinó la zona. A día de hoy no se han encontrado evidencias del meteorito ni de otra causa por lo que algunos atribuyen el desastre a las prubas del rayo de la muerte que Tesla realizaba por aquellas fechas.
También destacar la bobina Tesla, famosa por su espectacularidad.
Su memoria prodigiosa le permitía retener en la mente los diseños de todos sus inventos sin necesidad de pasarlos por escrito. Se dice que en sus últimos años apenas dormía tres horas diarias. Asimismo, a medida que fue envejeciendo, su carácter se volvió cada vez más excéntrico soliendo cambiar de residencia con asiduidad. Residía en hoteles. Pasó sus últimos años solo, arruinado, huraño y desconfiado. El 7 de enero de 1943, Nikola Tesla falleció en su habitación de hotel de Nueva York a causa de un infarto. Murió en la más absoluta soledad uno de los grandes genios de la humanidad, un inventor prolífico e innovador muy adelantado a su época, una persona sin la que el siglo XX no hubiera sido el siglo de ciencia y técnica que a día de hoy hemos conocido.