Actualmente, está muy en boga de todos el debate de las células madre, células gracias a las cuales se podrían tratar multitud de enfermedades y regenerar gran cantidad de tejidos. Sin embargo, nadie habla de Oskar Hertwig, el responsable de que los mecanismos reproductivos animales y humanos hayan sido desentrañados, permitiendo, entre otras cosas, acabar con la antigua teoría que afirmaba que el embrión se encontraba preformado en el cigoto.
Esto es sólo uno de sus múltiples hallazgos. También desentrañó el proceso de fecundación en los animales y el ser humano, la gametogénesis y estudió el desarrollo embriológico animal.
Sin Oskar Hertwig nunca hubieran sido posibles ni la investigación con células madre ni la fecundación in vitro y tampoco la demostración embriológica de la más que importante teoría de la evolución de las especies de Darwin.
Esto es sólo uno de sus múltiples hallazgos. También desentrañó el proceso de fecundación en los animales y el ser humano, la gametogénesis y estudió el desarrollo embriológico animal.
Sin Oskar Hertwig nunca hubieran sido posibles ni la investigación con células madre ni la fecundación in vitro y tampoco la demostración embriológica de la más que importante teoría de la evolución de las especies de Darwin.
Oskar Hertwig nació Friedberg, Hesse, en 1849. Tenía un hermano, Robert, menor que él. Los dos estudiaron zoología, siendo, más tarde, discípulos en la Universidad de Jena de nada más y nada menos que de Ernst Haeckel. Tras este periodo en el que quedaron impregnados por las teorías zoológicas de Haeckel (no las filosóficas, ante las cuales siempre se mantuvieron independientes), ambos hermanos se separaron. Robert se convirtió en profesor de zoología en las Universidad de Munich, mientras que Oskar consiguió un puesto de profesor de anatomía en Berlín.
Oskar Hertwig se casó con Marie Gesenius, con la que tuvo dos hijos Gunter y Paula. La influencia de su padre fue determinante, ya que Paula se convirtió en doctora en zoología y profesora de la Universidad de Berlín. Paula Hertwig no sólo ha pasado a la historia como la hija de Oskar Hertwig, sino por ser pionera en la utilización de rayos X en estudios genéticos. Paula Hertwig puso la primera piedra al desentrañamiento de la estructura en doble hélice del ADN, y, en definitiva, al desciframiento del genoma humano. Otra figura, como su padre, que no ha recibido el reconocimiento que se merece.
Oskar Hertwig falleció en Berlín en el año 1922.
Pero lo que verdaderamente nos importa es el legado científico que dejó tras de sí.
Para empezar, Oskar Hertwig realizó importantes descubrimientos en materia de embriología comparada y experimental, lo que aportó nuevos conocimientos sobre el desarrollo animal y pruebas a la evolución de las especies. Además, Oskar Hertwig fue el autor de una teoría epigenetista del desarrollo embrionario, afirmando que la diferenciación celular tiene lugar en el desarrollo embrionario, refutando la antigua creencia de la preexistencia del embrión en el cigoto.
Esto es de vital importancia actualmente, ya que expuso a la comunidad científica la existencia de células sin diferenciar en los embriones, las que más tarde serían llamadas células madre y a las que se trataría de dar un fin terapéutico.
Descubrió la fertilización de los erizos de mar y la fecundación animal, exponiendo que para que ésta se produzca es necesario que un espermatozoide penetre a un óvulo.
Pero, además es el primer científico que reconoció al núcleo como orgánulo portador de la información hereditaria, dejando despejado el camino a toda la genómica actual.
Asimismo, descubrió la reducción cromosómica que tiene lugar durante la meiosis, aclarando el papel complementario que tienen los dos gametos en la reproducción: son necesarios los dos, tanto uno como el otro y no como antes se había pensado.
Finalmente, no puedo pasar sin comentar que sus estudios acerca de embriología supusieron una prueba irrefutable para la teoría de la evolución de las especies. Tanto es así que Oskar Hertwig refutó la teoría evolutiva darwinista, exponiendo la suya propia en un libro titulado Das Werden der Organismen, eine Widerlegung der Darwinschen Zufallslehre, en el que se mostraba contrario al papel protagonista que Darwin atribuía al azar en la evolución.
Sin Oskar, Robert ni Paula Hertwig, no se habría conseguido descifrar el genoma humano, utilizar células madre con fines terapéuticos, y, en definitiva, la genética y la biología no habrían alcanzado el nivel de desarrollo que tienen hoy día.
1 comentario:
Está muy bueno ya que no encontré esta información en páginas conocidas, y la vine a encontrar aquí... debería de ser más pública ya que es de mucha ayuda para estudiantes con alma de investigación
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