La Medicina es una ciencia tan antigua casi como la mismísima raza humana. Sin embargo, le ha costado tomar la racionalidad y, de hecho, aún le resulta complicado ser una ciencia más. Aunque algunos no lo crean, el médico ha de ser ante todo un científico y un humanista. Un científico ha de saber de todo, incluso física, pese a los gustos de algunos. Por otro lado, su inclinación ha de ser humanística: el médico ha de amar al ser humano y toda su creación, desde la pintura hasta la música. Sumerjámonos en este viaje tan holístico que debería ser la Medicina desde sus comienzos.
Hacia el año 1600 a.C, los egipcios ya realizaban descripciones anatómicas de las prácticas de momificación.
Posteriormente, llegaría el médico griego Hipócrates, el llamado "Padre de la Medicina", que fue el autor de la doctrina humoral. Ésta sostenía que el ser humano se compone de cuatro fluidos o humores (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra) que han de encontrarse en equilibrio para que el individuo esté sano.
Asimismo, Hipócrates fue el creador del juramento hipocrático, una especie de acuerdo en el que sus alumnos se comprometían a la adecuada práctica de la medicina.
A Hipócrates también se le atribuye la frase: "el médico debe estudiar la enfermedad no al paciente".
Más tarde, el polifacético filósofo macedonio Aristóteles introduciría vocabulario médico tal como Anatomía.
Sin embargo, la irracionalidad hizo su aparición con Galeno en el año 130 d.C. Galeno sostenía que la disección estaba prohibida, lo que sumió en el oscurantismo a la Anatomía y a la Medicina durante siglos.
Asimismo, fue el creador del concepto de pneuma, el alma.
No fue hasta la llegada de Vesalio cuando la Medicina se convirtió de nuevo en una ciencia racional. Este médico belga realizó numerosas disecciones y anotó todas sus consideraciones. Es el autor de una de la obra médica más importante de su época: De humanis corporis fabrica.
Entre los siglos XVII y XVIII, se realizaron multitud de disecciones con lo que se produjo un amplio desarrollo de la Anatomía descriptiva y topográfica.
Ya en el siglo XIX la teoría microbiana de la enfermedad de Lister, Koch y Pasteur, la patología celular de Virchow y la Teoría Celular de Schleiden y Schwann abrieron nuevos horizontes a la medicina tales como la Microbiología y la Histopatología.
Asimismo, el descubrimiento de los rayos X por Röntgen y del resto de radiaciones ionizantes (Becquerel) permitirían algunos años más tarde el empleo de sofisticadas máquinas como TACs, RMs o PETs que aportarían nuevos datos anatómicos y que resultarían de vital importancia en el diagnóstico de las enfermedades.
Por último, cabe mencionar que la Medicina actual no sería nada sin la farmacología. El descubrimiento de la aspirina por Felix Hoffman y, sobre todo, de la penicilina por Alexander Fleming suponen las primeras "panaceas" efectivas de las que dispuso el ser humano.
Sin embargo, a la Medicina le queda mucho por recorrer. No sólo debe contentarse con sus conocimientos. Debe ser más holística, forma a partir de la cual logrará acumular un mayor número de conocimientos y llegará a una solución insólita que quizás sea la solución a muchos de los problemas que tiene el ser humano de hoy día.